¿Estamos a las puertas de una nueva crisis de precios?


Los precios de las materias primas agrícolas están volviendo a subir como ya ocurrió en el año 2008.

El riesgo de la inflación está de nuevo presente en muchas economías mundiales. La mecha se ha prendido. Los precios de las materias primas y los de la energía empiezan a encarecer otros productos derivados.

La situación en 2011, no es la misma que la que vivimos hace apenas dos años. Las economías mundiales están en crisis y los agentes económicos no tienen la misma la capacidad de resistencia.

¿Qué está pasando? ¿Por qué suben las materias primas?

Por un lado, la demanda de alimentos es cada vez mayor. Los países emergentes comienzan a tener más renta y consecuentemente su cesta de la compra cambia, se enriquece con productos proteicos (carne, leche, huevos) y para producir estos alimentos de origen animal se requieren piensos.  

Por el lado de la oferta, determinados acontecimientos climatológicos como sequías, inundaciones,… hacen que existan importantes oscilaciones en el volumen total producido. El 2011 ha comenzado con problemas de escasez y algunos países netamente exportadores han introducido medidas proteccionistas.

Actualmente, hay un importante desequilibrio entre la demanda y la oferta, lo que hace que suban los precios.

Las expectativas también influyen en la evolución de los precios. Como los precios de los cereales están aumentando muchos agricultores en lugar de sacar su producto al mercado lo retienen en espera de subidas mayores, provocando una disminución de la oferta.

Pero este desajuste no explica (según los expertos) que la subida sea tan acusada y, según parece, determinados inversores o fondos de inversión internacionales están realizando inversiones en materias primas, como valor seguro, introduciendo en este mercado una importante volatilidad y especulación.

Los organismos internacionales tendrán que buscar de manera urgente mecanismos estabilizadores de los precios, redes de seguridad que garanticen la seguridad de los abastecimientos y medidas que den transparencia y que persigan la especulación.

La situación de los ganaderos y del consumidor en 2011 no tiene nada que ver con la que vivíamos en 2008.

En el lado positivo, las existencias de la Unión Europea son mayores que en la anterior crisis alimentaria de 2008.

Pero en el lado negativo, los ganaderos se encuentran con problemas para realizar los pagos de las materias primas. Existen dificultades importantes de acceso al crédito. En muchos casos no tienen más remedio que suspender pagos. Además, tienen problemas para repercutir ese sobrecoste al eslabón siguiente porque su capacidad de influencia en una cadena asimétrica es muy escasa.

Pero repercutir la subida del precio de las materias primas a los productos transformados o simplemente a los productos frescos que salen de la explotación agraria tampoco es fácil. En el 2008 se fue trasladando, con un cierto retardo temporal, a los precios al consumidor. En el momento en el que nos encontramos, con un consumo alimentario con tendencia a la baja y con una guerra abierta de precios en la distribución, hay una gran resistencia a esa traslación.

En los próximos meses, asistiremos, a una escalada del precio de los inputs a los productores y a la industria alimentaria que desconocemos cómo se trasladará en el eslabón final de la cadena.

En el caso de que los precios al consumo no subieran en la misma proporción ¿podrán resistir los eslabones más débiles?

En caso de que finalmente se produzca, como en el 2008, una inflación de los alimentos ¿cómo se comportará un consumidor que tiene su capacidad adquisitiva mermada?

Un comentario en “¿Estamos a las puertas de una nueva crisis de precios?

  1. Y ante esta situación ¿no cabe cuestionarse la política de la UE de deshacerse de sus stocks estratégicos y fiarlo todo al mercado?. Si no conseguimos que los precios respondan a realidades concretas en vez de a espejismos financieros mucha gente lo va a pasar muy mal…

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